Empezar una carrera y terminar con el diploma en la mano es el sueño que logran cumplir pocos jóvenes en Colombia. Según la viceministra de Educación Superior, Natalia Ariza Ramírez, "de 600.000 estudiantes que anualmente se gradúan de bachillerato, el 45 % logra ingresar a la Educación Superior y de estos, más o menos la mitad se gradúan".
El sueño de ser profesional de algunos estudiantes se ve interrumpido por razones económicas, familiares, dificultades académicas o vocacionales, entre otras.
Según el Ministerio de Educación Nacional, en 2015 desertaron a nivel universitario el 9 % de estudiantes y a nivel técnico y tecnológico el 18%.
En comparación con otros años las cifras variaron un poco. Por ejemplo, en el 2014 la cifra de desertores a nivel nacional llegó a un 10.1 % en universitarios y a un 23. 26 % en el nivel técnico y tecnológico.
Los mayores índices de deserción están entre primer y segundo semestre. Según estadísticas de Spadies, Sistema para la Prevención de la Deserción de la Educación Superior, en 2015 en el Valle del Cauca desertaron en el primer semestre el 19.74 % de los estudiantes y en el segundo, el 28.97 %.
"El Ministerio de Educación se ha propuesto la meta de reducir las cifras de deserción porque esto es un costo no solo para el Estado y las familias sino un gran costo de oportunidad para los estudiantes, es un fenómeno que, si se quiere mejorar la calidad de Educación Superior, se tiene que contrarrestar. La meta de Plan de Desarrollo y del país es reducir en el año 2018 la tasa de deserción universitaria al 8 % y nivel de educación superior técnica y tecnológica al 15 %", aseguró Natalia Ariza, viceministra de Educación Superior.
La deserción estudiantil, de acuerdo con la medición del Ministerio de Educación, representa los estudiantes que no registran matrículas académica financiera en una institución educativa en al menos dos periodos continuos.
Según el seguimiento que se realiza a la deserción en Colombia, la causa principal de la deserción es la falta de orientación socio- ocupacional, los estudiantes escogen mal su carrera. "Por eso esperamos desarrollar estrategias para que los jóvenes tomen una decisión informada antes de ingresar a la universidad", dijo la viceministra Ariza.
Generalmente, los motivos de la deserción están centrados en los estudiantes y otros, en el contexto. "Uno de los factores más fuertes de deserción son los recursos económicos, otro son las dificultades académicas y aspectos vocacionales", afirma Adriana Sánchez, de Desarrollo Humano de la Universidad de San Buenaventura.
"Para promover la calidad de Educación Superior es esencial que las instituciones tengan una política de bienestar estudiantil la cual incluya actividades que controlen la deserción", añade Ariza.
Por esto, el Ministerio de Educación realizó un modelo de permanencia para que las universidades puedan aplicarlo. "El año pasado tomamos una muestra de varias instituciones de Educación Superior que eran líderes en la disminución de la deserción, y a través de la experiencia que esas instituciones han desarrollado, creamos estrategias estandarizadas para que otras instituciones que no vienen haciendo esa misma tarea, sepan cómo hacerlo".
Se publicaron dos libros que son herramientas para que las universidades pueden consultar y saber qué elementos pueden desarrollar para disminuir la deserción. Uno es 'La guía técnica del modelo de gestión de permanencia y graduación estudiantil de la Educación Superior', el cual establece los lineamientos para implementar un proyecto de permanencia y graduación integral que ayude a las Instituciones de Educación Superior, IES, y a organismos externos, a evaluar la capacidad institucional para gestionar la permanencia en cumplimiento de los requisitos de acreditación de alta calidad. Se proporcionan herramientas para que las instituciones autoevalúen sus fortalezas y debilidades.
El otro, es 'Estrategias para la permanencia de la Educación Superior: experiencias significativas'. Este tiene elementos orientadores para diseñar sus propios planes de mejora. También presenta experiencias representativas para promover la permanencia y graduación estudiantil.
- Universidad de San Buenaventura
Tiene un plan de becas y convenios con Icetex para que la falta de dinero no afecte la permanencia de los estudiantes. "Hay becas del 25 % para quienes forman parte del programa institucional y que representan a la universidad en algún evento", según Adriana Sánchez, coordinadora del área de Desarrollo Humano de Bienestar. Cuando la deserción se da por motivos académicos, los estudiantes son remitidos al programa de psicología. Allí se hace una intervención para identificar el por qué del bajo rendimiento académico. Asimismo, hay intervenciones de tipo pedagógico, para que no tengan dificultad de comprender el sistema de evaluación de la universidad.
Además, hay una materia para todos los alumnos de primer semestre, Proyecto de Vida, con el fin de conocer los tipos de estudiantes que tiene la universidad y tratar de prevenir con ellos la deserción.
- Universidad Autónoma de Occidente
La universidad cuenta con el Centro para la Excelencia Académica, que plantea la necesidad de trabajar en varias líneas con el fin de que el estudiante pueda permanecer en el centro educativo.
Según Gladys Rebellón, jefe del Centro para la Excelencia Académica, la institución realiza un trabajo preventivo para que el estudiante no llegue a desertar. "En el caso que el estudiante no matricule de un semestre a otro, la institución busca estrategias para contactarlo, con el fin de conocer qué aspectos lo están llevando a tomar la decisión de no matricular y así contribuir a una solución efectiva".
También, cuenta con un sistema de identificación de alertas tempranas. Si el joven tiene problemas económicos y académicos, se hace un seguimiento y de acuerdo con los resultados se comienza a contactar para ofrecerle diferentes apoyos.
- Pontificia Universidad Javeriana Cali
Cuenta con un plan de permanencia y graduación estudiantil, el cual plantea una serie de estrategias que realizan acompañamiento al estudiante desde antes del ingreso a la universidad, pasando por todas las etapas de su proceso formativo hasta su graduación.
Según Beatriz Helena Giraldo, directora de la Oficina de Gestión Estudiantil, la universidad contempla el acercamiento a los padres de familia, el acompañamiento financiero, el desarrollo de competencias para la vida laboral, el acompañamiento académico, psicológico, emocional, la participación en las actividades que hacen parte de su vida académica tales como deportivas, culturales y su bienestar emocional y físico.
"Los programas académicos de nuestra universidad tienen una deserción entre un 4 % y un 8 % cada semestre. Este indicador no es alto y no corresponde a una deserción definitiva".
- Universidad Santiago de Cali
De acuerdo con Marta Lucía Buitrago, psicóloga de la universidad, desde el aspecto académico, la institución tiene dos estrategias para que el estudiante no deserte. Uno es el Programa Institucional para la Permanencia Estudiantil, 'Pipe', el cual busca a través de monitorías, fortalecer la parte académica del alumno. "La persona puede tomar monitorías cuando siente que tiene algunas asignaturas que debe reforzar o que no las entiende. Las monitorías se dan en horas flexibles para que el joven pueda asistir".
El propósito de 'Pipe' es garantizar un abordaje integral de la deserción con un trabajo articulado de las dependencias académicas y administrativas.
También brinda el programa Centro de Escritura, Lectura y Oralidad Académica, donde refuerzan en los estudiantes la lectoescritura por medio de talleres y consultas individuales. Los temas psicosociales y
familiares se trabajan en el área de psicología en Bienestar Universitario.
- Universidad Libre Seccional Cali
Para promover la permanencia de los estudiantes y la graduación de estos, la institución ha implementado una serie de estrategias, entre las que se destacan el Mejoramiento Académico, Bienestar Universitario, Apoyo Financiero y Estructura Institucional Académico-Administrativa.
Según Adolfo García Arias, decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables de la universidad, uno de los aspectos más importantes es el establecimiento de un diagnóstico de competencias de entrada según habilidades académicas con el propósito de identificar factores de riesgo en los estudiantes que ingresan y a partir de ello, adelantar un permanente seguimiento a fin de prevenir la ocurrencia del fenómeno de la deserción estudiantil.
La universidad tiene como factores determinantes en la deserción, el económico (48,9 %), personales (34,5 %), académicos (12,1 %) y otros (4,5 %).
Se trabaja a través de los acompañamientos académicos para que el estudiante sienta que tiene todo el apoyo para resolver las dificultades. Ana Cristina Marín, directora de Desarrollo Humano en Bienestar Universitario dice que la universidad cuenta con talleres que les ayudan a los jóvenes de primer semestre a entender que deben cambiar los hábitos que tenían en el colegio, además de enseñarles a manejar el tiempo, entre otros temas.
El acompañamiento académico cuenta con un centro de apoyo para las matemáticas básicas, desde Bienestar Universitario hay grupos de estudio. Se les brinda un seguimiento en la preparación de los exámenes, además de tutorías con profesores.
También, los estudiantes tienen un acompañamiento en el Centro de Escritura con la posibilidad de tener un monitor que los guíe.
Por otro lado, les enseñan a tener un balance entre responsabilidades académicas y actividades lúdicas.