sábado, 13 de agosto de 2016

Universidades chinas: puerta de acceso es el examen Gaokao

Por Yu Junjie y Pan Qiang
EL  examen anual de ingreso a la universidad en China fue presentado a principios de junio por 9,4 millones de estudiantes.
La cifra fue inferior en 20.000 que la del año pasado. Las autoridades atribuyen el descenso a que cientos de miles de posibles candidatos optaron por inscribirse en universidades del extranjero o fueron admitidos con anticipación.
El único puente para lograr el ingreso a una universidad china, el gaokao, ha recibido muchas críticas y está siendo sometido a una gran revisión.
Sin embargo, la mayoría de estudiantes y padres chinos consideran al examen como la forma más justa que tienen las universidades para seleccionar a la gente que podrá inscribirse y una competencia que ninguno de ellos puede darse el lujo de perder.
El gaokao es considerado tradicionalmente como algo que cambia el destino porque determina si se puede acceder a la educación superior y ascender en la escala social, volver a estudiar otro año en la secundaria e intentarlo de nuevo o tratar de encontrar un empleo en una sociedad altamente competitiva.
El énfasis en los exámenes y la elevada posibilidad de no alcanzar los estándares de admisión para una de las principales universidades ha provocado que un mayor número de familias, sobre todo las de ingresos altos, busquen alternativas.
Zhou Shifang, una madre que esperaba afuera de un centro de exámenes en Beijing, dijo a Xinhua que estaba muy nerviosa sobre el desempeño de su hijo.
El hijo de la mujer, Huang Rui, es un estudiante de arte que aprobó un examen de admisión independiente y aseguró parcialmente un lugar en la Academia de Artes y Diseño de la Universidad Tsinghua. Si Huang obtiene la puntuación mínima de admisión de Beijing, será admitido en Tsinghua.
Sin embargo, Zhou aún le tiene reservados otros planes a su hijo. Huang ha presentado solicitudes en más de una decena de universidades estadounidenses.
"Lo que más deseo es que mi hijo tenga un buen desempeño y que se quede en China", indicó Zhou.
El caso de Huang no es único, ya que entre los estudiantes chinos ha crecido la tendencia de presentar solicitudes para estudiar en el extranjero. Ahora, los estudiantes pueden elegir entre una gama de exámenes TOFEL, AP, ACT y SAT como un plan alterno.
La inscripción total de chinos en universidades de Estados Unidos en el año académico 2014/2015 ascendió a 124.552, casi 13 por ciento más interanual, lo que representa más de una cuarta parte de todos los estudiantes internacionales, dice el "Open Doors Report".
A diferencia de las múltiples opciones de Huang, muchos hijos de familias pobres consideran al gaokao como único camino para cambiar su destino.
Li Mingze esperaba a su hijo afuera de un centro de exámenes en el distrito de Shanglin de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, sur de China.
Como un agricultor que vive en su aldea nativa con un ingreso familiar anual de alrededor de 20.000 yuanes (3.050 dólares), Li dijo que la educación de su hijo no se ajusta en absoluto a la recibida por hijos de familias de clase media.
Miles de otros estudiantes con opciones igual de limitadas que el hijo de Li acuden cada año a la localidad de Maotanchang para realizar el implacable examen.
Los estudiantes de la secundaria Maotanchang estudian unas 16 horas diarias sin un solo día de descanso durante todo un año.
Aunque el gaokao no desaparecerá, se están introduciendo nuevas reglas para una evaluación mejor y más completa de las competencias de los candidatos.
A las principales universidades del país, como la Tsinghua y la de Pekín, se les han otorgado derechos para que ejerzan una mayor influencia en sus exámenes de reclutamiento independientes, por ejemplo, quienes aprueben el examen disfrutan de puntos extra para la inscripción.
Desde el año pasado a los estudiantes ya no se les han otorgado puntos extra por logros deportivos o artísticos, porque la supervisión laxa permitía que esta concesión estuviera sujeta a fraude.
También anunciaron planes para inclinar las escalas más hacia los grupos no privilegiados expandiendo las cuotas de inscripción para estudiantes de las regiones central y occidental menos desarrolladas del país.
El Ministerio de Educación prometió esfuerzos vigorosos para garantizar la imparcialidad en los procedimientos de admisión a la universidad de este año.
Los examinados sustitutos, generalmente estudiantes universitarios, pagarán un alto precio, incluida la expulsión de su universidad actual.
El 2016 es el primer año en que las trampas en el gaokao serán tratadas como un delito penal. Una enmienda a la Ley Penal, que entró en vigor el 1 de noviembre de 2015, estipula que quienes sean hallados culpables de organizar o facilitar las trampas podrían ser encarcelados por hasta siete años.
 
 

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