Brasil tiene más graduados universitarios que la Argentina en proporción a la población. No es ajena a este diferencia lo que está ocurriendo ahora en Brasil, ya que siete millones de jóvenes están rindiendo en 15.000 locales el examen conocido como ENEM; aprobar este examen es el requisito para ingresar a la universidad.
El ENEM se desarrolló durante 10 horas de este fin de semana y comprende matemáticas, lengua, redacción, ciencias humanas y de la naturaleza; el año pasado incluso lo rindieron 14.000 presos. Esto que hace Brasil no es ninguna novedad en América latina, ya que también lo hacen países políticamente tan distintos como Cuba, Chile y Colombia. Por ejemplo, en mayo de este año 100.000 estudiantes rindieron el examen de ingreso en la universidad en Ecuador, implantado recientemente por Correa.
Para poder ingresar a la universidad se requieren 555 puntos, pero para las carreras de Medicina y Docencia el puntaje necesario es de más de 800; además, los que superen los 900 puntos gozarán de becas para estudiar en cualquiera de las mejores 50 universidades del mundo.
Estos exámenes de ingreso existen desde hace muchas décadas en casi todos los países, desde Francia hasta China y Corea, pasando por Japón, Alemania, Finlandia, Israel, Australia, Irlanda, Hungría, Holanda, Suecia, Australia y el Reino Unido. Todos los países con examen de ingreso tienen muchos graduados universitarios porque la mayor parte de los que ingresan a primer año terminan su carrera, mientras que entre nosotros no se gradúan tres de cada cuatro ingresantes.
Si nos interesa el futuro, debemos preguntarnos: ¿quién se preocupa más por el futuro de los jóvenes? Aquellos países que incitan a la disciplina del estudio y promueven el esfuerzo y la dedicación en los estudiantes del nivel secundario para poder ingresar a la universidad, o las naciones donde la principal preocupación del último año secundario es, con frecuencia, el viaje de egresados. ¿Quiénes se preocupan más por el futuro laboral de los jóvenes de hoy en el difícil mundo globalizado? No son los países como el nuestro, con muchos estudiantes, pero lamentablemente pocos graduados universitarios, especialmente en las carreras científicas y tecnológicas.
El principal beneficiado por el examen de ingreso es el propio alumno, ya que este requisito lo estimula a estudiar mientras aún está en la escuela secundaria. El estudio metódico, con dedicación continua y disciplina en el esfuerzo, permite adquirir los conocimientos para mejor afrontar el gran desafío laboral en un mundo globalizado.
Por Alieto Guadagni | Para LA NACION
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