miércoles, 1 de enero de 2014

U. Agraria prevé 'plan de contingencia' para salir de la categoría D

Martha Bucaram Leverone les dice a sus alumnos que no se sientan mal porque a la Universidad Agraria del Ecuador (UAE) la hayan ubicado en la última categoría de calidad académica: “Ustedes no dependen de la letra que nos pongan”.
Sin embargo, la rectora de la UAE no puede evitar su enojo cuando analiza el sistema que aplicó el Ceaaces (Centro de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior) para calificar a la Agraria en la clase D, con una nota de 34,28.
“Nos cambiaron las reglas. Una vez empezado el proceso no deben cambiar los factores con los que se va a evaluar”, dice al reclamar, por ejemplo, que la Ceaaces no le reconoce a la Agraria las maestrías docentes: “Dónde está en la ley que los docentes que quieren seguir una maestría en su propia universidad no lo pueden hacer, la ley no lo dice. La ley dice que el docente tiene que tener título de tercer nivel y de cuarto nivel, perfecto, dónde el docente lo quiera tomar es su decisión. Todos los docentes de maestrías en la Agraria son extranjeros”.
En el criterio Academia, uno de los cuatro que valoró la Ceaaces, la Agraria obtuvo 12,69 de 40 puntos. En este apartado se calificaban indicadores como formación de docentes en posgrados y doctorados.
“Tenemos 24 docentes que se fueron a capacitar a Perú en un doctorado de Ciencias Ambientales, pero no los reconocen. Desconocen los convenios internacionales con Chile, Perú, Cuba”, señala Javier del Cioppo, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, y agrega que la Ceaaces solo acepta los doctorados de una lista de instituciones de la Senescyt (Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología).
A la Agraria, dice el decano, no se le validó toda la participación de mujeres en cargos directivos ni se les reconoció la selección de docentes mediante concursos públicos.
“Nosotros reportamos siete mujeres en dirección, ellos nos consideraron dos. ¿Qué asumen ellos? Que nosotros hemos presentado un documento de que ellas son secretarias de la universidad. Lo que nosotros presentamos es un certificado de la Secretaría General de las profesoras que conforman el Consejo Universitario de la institución”, dice el decano.
Otro de los aspectos cuestionados por el Ceaaces en el caso de la Agraria es el criterio de Investigación, en el que se la califica con cero. “Hay investigación, se ha realizado, y esas investigaciones han valido para que muchos cantones puedan tomar medidas con sus municipios”, asegura Bucaram.
Del Cioppo agrega que en el informe preliminar de la Ceaaces, la Agraria obtuvo, en el indicador de planificación de la investigación, un “cumplimiento parcial”, sin embargo, al apelar la calificación, la Ceaaces les bajó a “cumplimiento deficiente”. “En ninguna parte del mundo, que yo conozca, cuando alguien apela se supone que es para mejorar la sanción, no para empeorar”, comenta.
Hasta ayer ningún representante de la Ceaaces respondió el cuestionario enviado por este Diario sobre las críticas a las evaluaciones.
La Universidad Agraria bajó de nivel en la actual categorización. En el 2009, según la evaluación del Conea (Consejo de Evaluación y Acreditación), se había ubicado en la categoría B. “Cómo es posible que habiendo mejorado en todos los indicadores de la anterior evaluación nos pasen de la B a la D”, se pregunta Jacobo Bucaram, fundador y exrector por 20 años.
Aunque ya no ejerce el rectorado, Jacobo Bucaram acude y asesora con frecuencia a la universidad que, dice, es la razón de su vida. Ahí tiene una oficina con el rótulo de rectorado vitalicio, y en la que antes sesionaba el Consejo universitario. Tras la categorización, él cree que “la Agraria tendrá que hacer un plan de contingencia” para salir de la categoría D. Su hija, la actual rectora, coincide: “No me preocupo, yo sé que con mi plan de mejoras vamos a subir”.

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