domingo, 27 de octubre de 2013

Tres universidades 'recobrarán' el urbanismo que Carlos I legó a Grajal

Es uno de los conjuntos más singulares de cuantos hay en España, comparable al que se desarrolló en Úbeda en la misma época o en Lerma bajo los auspicios del valido de Felipe III. Tanto que podría decirse que Hernando de Vega y su hijo convirtieron una villa de Tierra de Campos en el siglo XVI en un enclave italiano del Renacimiento.

Un equipo interdisciplinar impulsado desde el Ayuntamiento e integrado por una veintena de investigadores (historiadores, historiadores del arte, arquitectos, urbanistas y geógrafos) de las universidades de León y Valladolid desarrollan un proyecto denominado El conjunto histórico de Grajal de Campos: los Vega y la arquitectura señorial, que tendrá una duración de tres años —en una primera fase— y en el que también colaboran expertos externos y de otras universidades, como la de Palermo, además de contar con la colaboración de instituciones como la Fundación Archivo Histórico Casa Ducal de Alburquerque y el Instituto Leonés de Cultura.

Los principales objetivos del proyecto son la investigación del patrimonio histórico-artístico de la localidad, con especial atención a las obras impulsadas por los Señores de la villa en el siglo XVI, y la planificación de una propuesta de gestión y puesta en valor de su singular conjunto monumental (BIC con la categoría de Conjunto Histórico, declaración a la que se suman, como Monumento, su castillo y el palacio de los señores de Grajal). «Se trata de un conjunto singular que responde a un plan y que sigue unas directrices muy claras. Nuestra intención es estudiar el conjunto, interpretarlo y ponerlo en valor».

El equipo multidisciplinar tiene como objetivo investigar de qué manera el urbanismo tuvo relación con la vida pública. «A partir de ese momento comenzaron a publicarse ordenanzas acerca de asuntos como la limpieza pública o los impuestos», recalca. Además, una de las cosas en las que se hace hincapié es que el proyecto tiene vocación de continuidad y un sentido pragmático. «A pesar de la crisis, la finalidad es que la investigación sirva no sólo para conocer mejor el conjunto monumental, sino para interpretarlo y ponerlo en valor con el fin de que la sociedad pueda apreciarlo y disfrutar de él». Para ello, uno de los propósitos del plan es el levantamiento cartográfico y planimétrico del pueblo y sus edificaciones más importantes, lo que se consigue con un equipo amplio de especialistas. «Es importante trascender el conocimiento de los elementos aislados para integrarlos en una visión de conjunto, porque sólo así puede entenderse e interpretarse el funcionamiento de la villa», explica el experto.

Rápido desarrollo

La dirección corre a cargo de los profesores María Dolores Campos Sánchez-Bordona (catedrática de Historia del Arte de la Universidad de León) y Javier Pérez Gil (profesor titular de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid).

Destaca Javier Pérez Gil que Gragal es un conjunto monumental muy significativo por cuanto que acumuló una importante producción arquitectónica en un momento concreto de su historia. «De ahí que nuestro objetivo sea llegar a entender el proceso y realizaciones que tuvieron lugar especialmente en el siglo XVI, cuando se materializaron las principales aportaciones que dan singularidad a su conjunto», explica. Y es que el profesor recuerda que Grajal no pasaba por entonces de ser una villa solariega sin demasiada importancia. «Sin embargo, en pocos años surgieron edificaciones sofisticadas y modernas que cambiaron su fisionomía». Javier Pérez Gil pone como ejemplo el castillo, una fortaleza que se convierte en ejemplo de artillería pirobalística muy novedoso. «En sustitución del anterior, se proyecta un castillo pensado para la guerra de artillería cuando Grajal estaba lejos de cualquier línea de frontera», incide, para añadir que Hernando Vega había permanecido junto a Carlos I durante la revuelta de los comuneros. «Hernando de Vega estuvo junto al emperador y su vida en la corte le aportó una idea diferente del mundo renacentista y cortesano. Esas nuevas ideas son las que se materializan en Grajal».

Lo mismo ocurre con el palacio, «moderno y con formas renacentistas», que abandona la tradición tardomedieval. «En Grajal, se aplica un nuevo concepto de espacio urbano a partir del protagonismo del palacio», subraya el investigador, y añade que la villa es uno de los primeros ejemplos peninsulares en el que se ensaya el modelo de plaza mayor que más tarde se desarrollará en España.

Javier Pérez Gil ejemplifica también la modernidad de Grajal en la ‘fusión’ que se hace de todas las parroquias en la de San Miguel. «Se construye así una iglesia de dimensiones catedralicias que se conecta con el palacio», argumenta el profesor, que desvela que se crea un pasadizo con un oratorio privado en el que se abre una tribuna hacia el presbiterio, gracias a la cual los señores podían seguir los oficios desde sus aposentos.

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